48h Open House Barcelona: Artes de hacer


Al principio del libro Saber ver la arquitectura de Bruno Zevi escribe:

“Es casi un ritual iniciar un estudio de crítica o de historia de la arquitectura con un reproche para el público. Diecinueve libros de los veinte citados en la bibliografía se abren con diatribas y apologías: – El público se interesa por la pintura y la música, por la escultura y la literatura, pero no por la arquitectura. Más adelante escribe: “Hay sin duda dificultades objetivas por parte de los arquitectos, historiadores y críticos de arte para hacerse portadores del mensaje arquitectónico y para difundir el amor a la arquitectura, por lo menos en la masa de las personas cultas. … Existe ante todo, la imposibilidad material de transportar edificios a un lugar dado y hacer allí una exposición como se hace con los cuadros

Intentamos descubrir y conocer, desde abajo a través de las prácticas cotidianas y concretas como plantea Michel de Certeau, en La invención de lo cotidiano, artes de hacer que nos habla de la voluntad del retorno a las prácticas, implicando el análisis de la apropiación y la construcción del sentido literal, la creación del relato a partir del objeto producido, del concepto definido. La vida cotidiana toma textos escritos y construye relatos, lee mapas e imagina recorridos, encuentra lugares y practica espacios, toma sentidos literales y abre caminos figurados que metaforizan el orden, construyen aventuras y le dan sentido propio. Relatos, cotidianos o literarios, que son nuestros transportes colectivos, nuestras metáforas. Todo relato es un relato de viaje, una práctica de espacio. El relato de las prácticas, aventuras narradas que producen geografías de acciones y derivan hacia los lugares comunes de un orden, no constituyen solamente un suplemento de las enunciaciones peatonales y las retóricas caminantes. En realidad, organizan los andares. Hacen el viaje, antes o al mismo tiempo que los pies lo ejecutan.

Llama la atención algunos aspectos del comportamiento en grupo en cuanto a la visita a un edificio para descubrir la arquitectura. Las diferentes miradas e intenciones de un público, un profesional de la construcción, un fotógrafo, etc se evidencian las  diferentes personalidades e intenciones  que pueden coincidir en este acto.  Por otra parte una arquitecto ha diseñado el edificio,  un diseñador quizás ha modificado el espacio, una persona lo explica, si es un arquitecto insiste más en explicar las dificultades encontradas en el desarrollo de su profesión, el estudiante es más entusista.
La visita guiada es una mediación producto del arquitecto que explica la obra y el público asistente. Es como una perfomance de arquitectura. El público pregunta, es interactiva.

En Artes de hacer De Certeau distingue entre la planificación de la ciudad frente a las prácticas urbanas concretas en termino de permanente movimiento vital.
En realidad seguramente ambas se entrecruzan y la ciudad como cuadro fijo que describe el autor necesita, también, del movimiento urbanístico para sobrevivir. Y se debe tener en cuenta la planificación de la ciudad por parte de los expertos racionales urbanistas, arquitectos, políticos. Aunque se sepa que es incontrolable, estas prácticas urbanas o  «modos de hacer – andar» que, lejos de cuestionar las planificaciones de la ciudad de los expertos – políticos, les dan vida.

De hecho llama la atención la gran repercusión que ha tenido el festival de arquitectura, en medios tanto periodísticos como políticos al sentir, como el abrir puertas a los habitantes de una ciudad abre caminos para conocer la percepción que tienen de su ciudad e incluso del proyecto municipal.

De Certeau plantea en referencia a la ciudad: si es construida desde dentro o desde fuera, seguramente  la creación y construcción de una ciudad y, por tanto, de sus usos y de sus geografías concretas se debe a la combinación de los dos factores. Así, primeramente entra en juego la planificación urbanística, que sería una estrategia llevada a cabo por parte de una institución muy concreta y que ocupa un lugar específico y bien delimitado. Con posterioridad a esto se da, o se pretende que se produzca, una apropiación del modelo urbanístico por parte de los habitantes anónimos de la ciudad.
Es decir, que con sus andares, sus tácticas que no tienen lugar y que se llevan a cabo solamente en el tiempo, los ciudadanos construyan y se apropien de la ciudad “para ellos”, que se sientan como los verdaderos creadores de ella.
Las tácticas o ‘los modos de hacer’ al territorio de lo efímero e inaccesible es una característica que también pone de manifiesto el festival. El público entra en unos espacios normalmente cerrados para analizarlos, vivir una realidad muy cercana y prohibida al mismo tiempo como ocurre en bastantes de los edificios de la propuesta del 48h Open House.
Las prácticas de los ciudadanos sobre los distintos territorios normativos, se establecen determinadas tácticas de uso que, les ‘dan vida’ y a través de esos modos de hacer, los propios practicantes de la ciudad generan nuevas estrategias que a su vez son transitadas por los demás.
Las instituciones públicas conocen este planteamiento, de hecho han ayudado aportando al festival varios edificios municipales. La planificación urbanística es materia de discusión entre los que opinan si la deben hacer totalmente los técnicos o deben contar con la opinión de los habitantes, a veces la planificación se cambia por las críticas que recibe por parte de la población, cuando hacen peligrar su continuidad en la política de la ciudad.

REFERENCIAS CONSULTADAS
Debates de la asignatura Tecnología, medios y cultura: las mediaciones. Innovación Cultural:  UOC/ LAboral
La invención de lo cotidiano. Artes de hacer de Michel de Certeau.(1979) México: Universidad Iberoamericana
Athenea Digital. número 4- Otoño 2003 – Revista de pensamiento e investigación social de la UAB
Saber ver la arquitectura. Bruno Zevi. Poseidón